Mostrando entradas con la etiqueta star wars. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta star wars. Mostrar todas las entradas

domingo, 24 de diciembre de 2017

ROGUE ONE, Una Historia de Star Wars (y repasamos el EPISODIO VII)

Cualquiera que me conozca sabe de mi afición por Star Wars. Sobre todo de la trilogía original, la cual me produce nostalgia y me transporta a mi niñez y adolescencia. Con esto no lo digo todo, porque siempre me ha sido difícil expresar todo lo que me transmite esta saga, que me ha acompañado desde los 10 años. Así que acepto todo lo que viene de ese mundo inventado por George Lucas, independientemente de su calidad como películas, van más allá. Pero, sin duda, hay unas mejores y otras peores. Mi predilección es en especial, como comentaba, por la trilogía original. Si me dieran a elegir, me quedo en concreto con la primera de 1977, de la que ya hablamos (ver aquí).
La segunda trilogía (en orden de aparición), lo tenía muy difícil, por no decir imposible, por todo lo comentado más arriba. Además era necesario encandilar a nuevas generaciones de fans, sin nostalgia de la primera. También contentarnos a nosotros, los que sí las conocimos, más exigentes aún. Que esperábamos más de lo mismo, aunque en el fondo supiésemos que iba a ser imposible. Porque para comenzar, ya no somos los niños que fuimos entonces.
Esa nueva trilogía padeció de un exceso de producción y de efectos especiales, intentaron sorprender pero sólo consiguieron abrumar y cansaron a casi todo el mundo. Los nuevos personajes no convencen en general y el argumento esta demasiado acelerado y funciona a golpes, entre otros defectos.
Pero en mi opinión tienen algo bueno, la historia. Si las de los ochenta cuentan el auge de la rebelión y la derrota y muerte de Darth Vader. Estas cuentan la historia de Anakin el niño, que es lo mismo que contar la historia de Darth Vader(*). Como trasfondo el político, con el surgir del imperio, que comienza a tomar posiciones poniendo fin al culto Jedi. Recordemos que en orden cronológico va antes de la trilogía de los ochenta.
Por todo ello, no quiero que esta entrada se centre sólo en Rogue One, aunque es ella el motivo principal.

(*) Viéndolo con perspectiva, me doy cuenta que si en una trilogía nos cuentan la historia del Vader (niño) y en la siguiente la caída y muerte del Vader (adulto). En realidad estamos ante una historia muy diferente a la que nos plantearon en un principio. El resto de personajes y argumento resulta accesorio a lo principal, que ahora es Darth Vader (su historia particular). Esto se hizo más relevante al explicar su vida en tres películas, esas que no gustaron a la mayoría. Ahora la trilogía original parece formar parte de la vida de Vader también. Aunque tengo dudas de que esa fuera la intención real. Las nuevas películas cambian esto, al no existir ya Darth Vader.


Para llegar a lo importante, que es Rogue One, no podemos pasar por alto la séptima entrega de la saga original: Star Wars VII, El Despertar De La Fuerza (2015). Si bien esta película esta mucho mejor producida que la trilogía maldita que comenzó en 1999 y resulta fresca y más interesante de ver (ahora el listón estaba más bajo y era mucho más fácil hacerlo bien que mal), no me convenció del todo. En realidad esta nueva entrega me decepcionó bastante. Ya que tiene lo que le falta a la anterior, pero la anterior tiene esa historia que le falta a esta.
Me explico, esta nueva entrega es, a nivel de argumento, casi una copia de La Guerra De Las Galaxias (1977) y parece mentira que muchos no se hayan dado cuenta. Hay que recordar que El Retorno Del Jedi (1983), ya era una copia también, en lo básico me refiero. Ocurre igual ahora:

-De nuevo el mismo objetivo, destruir la Estrella de la Muerte (aunque se llame ahora Starkiller ), por lo que es necesario inutilizar los escudos, igual que en El Retorno Del Jedi (1983) en este caso.

-Todos recordemos como Luke Skywalker ve morir a manos de Darth Vader a Obi-Wan Kenobi y todo ocurre en la Estrella de La Muerte. Esta vez ocurre lo mismo en la Starkiller, cuando Rey, Finn y Chebacca ven morir a Han Solo a manos, esta vez, del sustituto de Darth Vader: Kylo Rein (que no le hace sombra ni con el nombre).

-De nuevo una información importante la lleva un androide, que además es el "nuevo" R2-D2, el gracioso BB-8. A pesar de que se trate de la localización de Luke Skywalker y no de los mapas para destruir la nueva arma del Imperio.

-Además, esa información es entregada al androide en una situación calcada casi de la primera película, aunque esta vez ocurra en tierra. Con la aparición del Kylo Rein incluida (demasiado parecido a la escena inicial de la película de 1977, allí aparecía Darth Vader).

-De nuevo el androide que sustituye a R2-D2 (BB-8) vaga por el desierto como lo hiciera aquel una vez y de nuevo es salvado al ser capturado.

-Otra vez el "sustituto" de Vader (Kylo Ren), interroga al prisionero con preguntas con iguales o parecidas intenciones a las del propio Darth Vader con la princesa Leia antes de ser liberada. Demasiado similar.

-Ahora es Ren el que no se quiere dejar seducir por su padre (Han Solo). En la saga antigua era Darth Vader el que pretendía no ser seducido por su hijo Luke y viceversa.

-Rey deberá descubrir su camino, a pesar de sus orígenes, al igual que hizo Luke Skywalker. Aunque este no dominó la Fuerza de forma automática en un episodio (no me gusta esto), tuvo su maestro.
Parece ahora que la Fuerza es fácil de dominar y Luke perdió el tiempo en El Imperio Contraataca (1980), aprendiendo de su maestro Joda. Por cierto, los espectadores de las películas, ¿sabemos de donde sale Rey?, un personaje que controla la Fuerza debería de tener su historia, igual que la tuvo Luke. Parece que en este episodio la casualidad a llevado a todos los personajes ha estar juntos y todos tienen lo que hay que tener.

A todo eso hay que añadir la falta de carisma de los nuevos actores, los más jóvenes, o al menos a mi me lo parece. Que BB-8 está demasiado humanizado en sus comportamientos y respuestas. Que Kylo Ren no tiene justificación para llevar esa máscara y pierde credibilidad en cuanto se la quita. Que Finn (no me gusta este actor, lo siento) para ser un soldado raso del Imperio, conoce todos los datos técnicos del Starkiller, lo sabe todo.

Pero no todo es negativo. Hay momentos maravillosos en este episodio. Como las escenas con los destructores estelares abandonados, el ataque de los cazas X sobre el agua. Las batallas de cazas sobre la superficie del planeta. Sin duda BB-8 es un acierto también, a pesar de esa humanidad en un androide. Que debería ser solo eso, inteligente pero androide al fin y al cabo y sobre todo (y esto es lo mejor) esa producción medida y equilibrada a nivel de efectos y fotografía que le da una apariencia idéntica a la de la saga original. 
La muerte de Han Solo es una pena, aunque le aporta solidez a la película y no deja de ser un momento inesperado cuando lo vez por primera vez. Solo creo que no deberían haber espectadores en ese momento, como digo más arriba, se parece demasiado a la escena de la muerte de Obi-Wan Kenobi.
Y en fin, igual es que soy muy exigente o igual me he pasado. Pero la sangre no ha de llegar al río. Porque a pesar de todo la película aprueba, al ser entretenida y cómoda de ver. Me gusta, pero le falta solidez en detalles de su guión y lo tenía todo para ser perfecta.


Rogue One, Una Historia de Star Wars, ahora sí. Es muy diferente y al mismo tiempo da lo que se espera de ella de una forma más equilibrada y sosteniendo la esencia de las antiguas películas de Star Wars, las originales. Esta película sitúa su argumento antes de "La Guerra De Las Galaxias"(1977) rebautizada como Star WarsUna Nueva Esperanza, para encajar en las películas venideras. En esta entrega paralela se cuenta las dificultades y aventuras sufridas por unos desconocidos protagonistas (ahora ya no), que consiguieron los planos de La Estrella De La Muerte. Esos planos que luego servirán para que en Star Wars, Una Nueva Esperanza, los cazas rebeldes con Luke al mando destruyan el arma definitiva. Recordemos una frase en la película de 1977 que rezaba: "Muchos han muerto para traernos esta información"...
Pues ahora se explica como ocurrió en Rogue One.



Mucho más entretenida y fresca que el Episodio VII, Rogue One aporta todos esos ingredientes que hicieron de La Guerra De Las Galaxias un gran entretenimiento. Dinámica, divertida, emocionante, bien ambientada y con un guión equilibrado. Nada desentona esta vez, aunque muchas cosas nos suenen. Si el Episodio VII tenía las bazas de Harrison Ford, Carrie Fisher y Mark Hamill a las cuales no han sabido sacarle todo el partido. Rogue One carece de bazas, tan sólo una historia que contar y a pesar de ello, Rogue One supera mejor el listón que debía superar el Episodio VII. Hasta el punto que, para mi, Rogue One se merecería ser el Episodio VII de la saga, si no fuera porque el argumento no encaja. Pero la película como concepto y como producto de entretenimiento es superior sin duda. Quiten esas bazas a la primera y díganme en que se queda.




Unos personajes nuevos que son, en general, mucho más atractivos que los del Episodio VII. Mejor acierto con los actores también. Con algunas caras muy conocidas que cumplen de sobras con los requisitos de sus personajes. Imágenes espectaculares, gran fotografía y la aparición de personajes antiguos creados por ordenador que cumplen bien con su cometido (aunque se nota). Esto último hace que encaje como un guante con la primera de la saga, la de 1977. Estos actores son Peter Cushing (Grand Moff Tarkin) y Carrie Fisher (Princesa Leia) y también aparece de nuevo Darth Vader.





Esta entrega paralela esta tan bien encajada con la de 1977, que le da más sentido a su argumento. De hecho, si alguien se preguntó entonces quien fue el estúpido que diseño tan mal La Estrella De La Muerte. Tan mal como para dejar un punto débil tan importante como para que Luke y los suyos la hicieran estallar por los aires. Pues en esta película encontrarán la respuesta. En Rogue One el personaje de Galen es raptado y obligado a trabajar para el Imperio, para diseñar y supervisar la construcción del arma definitiva. Pero Galen diseñará La Estrella de la Muerte con un punto débil secreto e informará a los rebeldes de ello. Esa será su venganza después de que el Imperio asesinara a su mujer y le alejara de su hija.




Por si fuera poco, aparecen durante todo el metraje diferentes cameos de diversos personajes aparecidos en la trilogía original. Al igual que se pueden observar androides y naves que ya habíamos visto en aquella saga. Incluso tenemos un cameo de R2-D2 y C3-PO.




En definitiva una gran película. Ha quedado claro que muy superior al Episodio VII y que promete mucho. Si es que hay secuelas, algo que esta en duda. Ya que entretener y contar una historia que ha de encajar con Star Wars, Una Nueva Esperanza no era fácil. Mucho menos construyendo personajes de cero, sin "bazas".
Los minutos finales, cuando los planos del fallo de seguridad estructural en La Estrella De La Muerte son entregados a la Princesa Leia y a su vez, ella los esconde en R2-D2, hacen remover esa nostalgia escondida y todos pensamos entonces: "ahora comienza La Guerra De Las Galaxias"...


lunes, 14 de diciembre de 2015

LA GUERRA DE LAS GALAXIAS

Si hay alguna película que ha marcado a las diferentes generaciones que tuvieron la suerte de disfrutarla en su época esa es La Guerra De Las Galaxias (Star Wars, 1977). Los recuerdos que guardo de niño (10 años) son tan entrañables que ninguna otra la supera. Hoy en día aún me estremezco al ver algunas de sus famosas escenas y al profundizar en su iconografía y su universo.
Sobretodo con la primera trilogía, la original, no puedo evitar que me surja un cosquilleo especial en el estómago cada vez que veo imágenes del filme, cromos, etc...; su cartel original (arriba), me evoca aquellos tiempos y una gran ilusión infantil y ocurre lo mismo con su banda sonora. Es un sentimiento difícil de explicar y seguramente aún más difícil de entender desde fuera. Por ello es una película que va mucho más allá de su calidad como tal, es algo que forma parte de las vidas de millones de personas, al igual que otros recuerdos e incluso otras personas. Es, en si mismo, un personaje más que forma parte de nuestros recuerdos y nuestros sentimientos. No en balde he crecido acompañado de estas películas y envejeceré con ellas también.

George Lucas y Alec Guiness

El cartel que se ve a la derecha de este texto es el anuncio de la época que corría en la prensa de Barcelona. En el cine Montecarlo (anunciado en la parte superior), ya desaparecido, es donde fui a ver la película. Recuerdo muy bien aquel día. Reservamos las entradas por teléfono casi un mes antes y fuimos toda la familia. De regreso a casa después de ver el filme y subiendo por el Paseo de Gracia extasiado, recuerdo ir tatareando la banda sonora para que no se me olvidase. La película estuvo mínimo un año en ese cine, aunque en cartelera aguantó por lo menos un par de años diría yo. Regresé a verla de re-estreno en un par de ocasiones, aunque no ese mismo año.
16 años después se rebautizó el titulo original de la película como "La Guerra de las Galaxias - episodio IV Una Nueva Esperanza", para que encaje mejor en la continuación de la nueva trilogía de la saga que comenzó con "La Amenaza Fantasma" (1999) como el episodio I de la saga. Pero desde los ochenta que todos sabíamos de que la idea original de George Lucas (su director) siempre fue la de crear nueve películas. Tres trilogías, así que en realidad todos sabíamos como encajaba la película que nos ocupa en la supuesta saga galáctica que sólo existía en el imaginario de su director y en el de los fans.

Director y actores en un descanso


Recuerdo que me compré la novela de la película. Una novela de George Lucas donde se adaptaba su guión y de este modo leí mi primer libro sin dibujos. Star Wars fue mi Harry Potter de aquellos años. También calló la colección de cromos, que terminé con entusiasmo y que todos los niños de colegio hacíamos sin excepción, nos pasábamos el recreo intercambiando cromos. La portada de ese álbum de cromos me retrotrae completamente a mi infancia y me produce gran satisfacción recordar esos momentos de mi niñez. También recuerdo comprar un libro delgado y de tapa dura que explicaba como se hizo la película. En el se hablaba de las guerras clon y mostraban fotos del rodaje, de las maquetas de naves...etc.

Con todo esto sólo quiero demostrar como nos influenció de pequeños este fantástico mundo ideado por el señor Lucas. Inventó el concepto de merchandising , un termino nuevo que entonces no conocíamos, en una época donde no existía internet y donde no teníamos la cantidad de información ni opciones como hay ahora. Así que era el único modo de continuar aferrándonos a aquellas películas y que conste que muchos de los juguetes que se comercializaron en USA nunca llegaron a España, así que nos perdimos muchas cosas. Esto lo he descubierto con los años. Pero nosotros, con los cómics y los cromos ya eramos felices. La fiebre continuaría con las siguientes películas.
También eran otros tiempos, saboreábamos más las películas y solíamos pensar en ellas durante semanas, mientras compartíamos nuestro entusiasmo con nuestros amigos. Hoy en día vas a ver una película y cuando llegas a casa ya ni te acuerdas de ella.


Hasta el momento del estreno, la ciencia ficción vendía muy poco y era un género reservado a un público muy limitado. Tan sólo algunas series como Star Trek habían cosechado éxito. En cine era arriesgado proponer a las productoras películas de este tipo, ya que solían recaudar poco y casi todas las producciones eran de bajo presupuesto, lo que se dice serie B, que a la vez es sinónimo de cierta falta de calidad en su producción. George Lucas tuvo que superar dificultades varias hasta conseguir llevar a buen puerto su proyecto. Pero cuando lo consiguió, cambió por completo las reglas del juego y La Guerra de Las Galaxias se convirtió en toda una superproducción en cuanto a costes se refiere. La sorpresa vino cuando el éxito del filme supero todas las expectativas  y se convirtió en la película más taquillera de todos los tiempos. La avalancha de películas de este género (algunos ejemplos aquí), que se sucedieron en los años siguientes no tiene desperdicio, sobretodo por plagiar todo lo que pudieron a la película de Lucas y por su falta de medios, ya que este tipo de cine salía muy caro entonces si querías hacerlo bien. A todo esto George Lucas acepta, aunque no le gusta, que su película se incluya dentro del género de la Ciencia Ficción. El prefiere verla como una película de fantasía y así intentó trasmitirlo con aquel famoso...:"Erase Una vez..., en una galaxia muy, muy lejana...".


La película cuenta la historia de Luke Skywalker y el descubrimiento de su pasado y el legado que su padre le dejó como Jedi, lo que le va a plantear un futuro repleto de aventuras que antes solo podía soñar desde la humilde y aislada granja en la que vivía con sus tíos. Estas aventuras llevarán a Luke y sus amigos a destruir la Estrella de la Muerte y a conseguir una gran victoria. Aunque poco tiempo después supimos que solo se había ganada una batalla. 
La historia es bien conocida por todos y no creo que necesite de explicaciones, por eso la he resumido tanto y si hay alguien que nunca la vio, ese no estará leyendo esto ahora.


Además es un filme que ha soportado bien el paso del tiempo y salvo en algunos momentos (que son pocos) no se nota que sea una película tan vieja. La acción es pobre si los comparamos con lo que se hace hoy en día. Pero hay que pensar que tiene 48 años, casi todas las películas de aquella época y de épocas posteriores no aguantan como lo hace esta.

En cuanto a la historia en sí, pues es muy sencilla, la típica batalla entre los buenos y malos y los recursos habituales en este tipo de argumentos, simples en general. Pero una película de aventuras como esta no requería entonces de mucho más. Es ahora cuando nos hemos vuelto exquisitos con todo. Hay que pedir a cada cosa lo justo y no pasarnos de la raya con todo. Pidamos a una película pretenciosa con ganas de Oscars todo lo que se nos ocurra, pero a las demás, que solo pretenden entretener, mejor dejarlas tranquilas. Star Wars no nació con intención de triunfar como lo hizo (si con ganas, como todas, pero ni su director se podía imaginar el éxito que tuvo). Tampoco nació con ganas de premios (aunque evidentemente aquel año se llevó alguno, como no).


La película fue retocada y arreglada en los 90 e incluso se le añadieron escenas nuevas, coincidiendo con el cambio de nombre a "Star Wars IV, Una Nueva esperanza". No me convence mucho, casi la prefiero sin esos nuevos añadidos. Lo mismo se hizo con las otras dos películas de esta trilogía. En algunos casos estas escenas nuevas pretendían ayudar a encajar a esta trilogía con la nueva, para alguien que las vea de primeras estará bien, pero para los nostálgicos como yo no tanto. Hay tanto de estas películas en nuestro imaginario colectivo que es difícil no sentirse atado a ellas de algún modo. Hasta los que no sucumbieron entonces (muy pocos), la han acogido también entre sus recuerdos, porque aún sin verla, estaba presente por todas partes. Del mismo modo que ocurrió con el cubo Rubik, aunque nunca jugases con él, el Blandiblu o La Bola de Cristal.

George Lucas fue capaz de crear unos personajes atractivos (Eligiendo de forma muy acertada a los actores), tanto personajes humanos como los que no lo son. R2-D2 y C2-PO son iconos pop indiscutibles que continúan siendo atractivos hoy en día. También el concepto de La Fuerza, o las naves espaciales como El Halcón Milenario forman parte de ese imaginario colectivo tan comentado. Incluso el propio Mark Hamill (Luke Skywalker) me resulta mítico e insustituible y no hablemos de los títulos de crédito iniciales o su música.


Esta entrada la escribo unos días antes del esperado estreno de "Star Wars VII, El despertar de la Fuerza", la primera entrega de la tercera trilogía, aunque esta vez George Lucas no será el director. Estoy convencido que esta nueva entrega no decepcionará como lo hizo la anterior trilogía.
Para empezar el listón por superar es el más reciente, el de la segunda trilogía que no convenció a algunos. En defensa de esa segunda trilogía hay que decir que lo tenía muy difícil, por no decir imposible. Ya que los principales espectadores y críticos íbamos ha ser los niños que vimos las primeras películas. Pero ya no somos niños, ni nos ilusionamos como entonces, ni nos convence lo mismo. Superar aquellas escenas míticas, la originalidad y frescura y toda la carga emocional y nostálgica era imposible. Las nuevas entregas nos pillarán más abiertos a todo tipo de propuestas.


Finalmente y si con todo lo arriba explicado aún resulta difícil a alguien entender lo que tiene esta película, comparándolas con otras, que no siga intentándolo. Quizás vista hoy tan sólo parezca un producto curioso y quizás flojo en muchos momentos. Pero será porque el encanto está en la época en que se rodó y en nuestra forma de mirarla, algo muy difícil de transmitir.