Esta película siempre me interesó poco. Cuando era joven se hablaba bien de ella, pero resultaba aburrida y poco atractiva para alguien de 20 años. Se comentaba tanto lo de "Obra maestra", que solo por eso, ya resultaba poco interesante. Cuando eres joven prefieres ir a contracorriente o simplemente puede que no estés preparado aún. Creo que la segunda opción se acerca más a mi caso.
Tuve mil oportunidades para verla, pero nunca encontré ganas. La dieron mil veces por la tele y siempre me parecía lenta y aburrida. A pesar de saber la consideración que tiene esta gran película.
De este modo pasaron mucho años y al final, ya con 49 años, un día ocurrió el milagro.
La dieron por la tele, igual que tantas veces. Estaba tranquilo en casa bebiendo una copa de vino (algo no muy habitual en mi si no hay comida de por medio). Fue sobre las 11 de la noche cuando me quedé encandilado observando a Marlon Brandon. Estaba bien despierto, despejado, algo poco habitual también (la edad comienza a pesar). Esas horas son malas y cuesta que no se te cierren los ojos. La película ya había comenzado, aunque al no conocerla, no supe cuanto estaba de avanzada. La cuestión es que me quedé prendado y aguanté todo lo que pude. Pero no pude terminarla. Al día siguiente había que trabajar. Pero la curiosidad había sido alimentada convenientemente.
Poco después la pude ver entera (me propuse hacerlo y lo hice) y me quedé prendado de ella y de las interpretaciones sobre todo. Ahora entiendo los halagos y las buenas criticas, aquellos Oscars.
Aunque tengo que decir, que si tuviera que elegir mis 10 películas favoritas, esta no estaría entre ellas. Reconozco que es buena, pero no ha llegado a tiempo para recalar y reposar en mi nostalgia y hay otras que ocupan con honor ese lugar, aunque para muchos sean más simples.
No perderé tiempo en su argumento a estas alturas. Lo que puede convertir esta entrada en una de las mas cortas. Sí, es una entrada diferente. Pero puedo comentar mis impresiones y creo que lo mejor son los personajes y la forma en la que la cámara los mira. Esa tranquilidad, pasividad y lentitud con la que se narra la historia, permite ver y disfrutar de forma relajada de esas interpretaciones y de esos personajes elaborados y cuidados hasta el mínimo detalle.
Para muchos será lenta y es que en lo tiempos que corren se exige al cine mucho más dinamismo. De hecho, aquellos que critican el cine comercial, muchas veces se duermen con el cine que propone algo diferente (pero también comercial), a la habitual acción narrativa, esa tan vertiginosa como fácil de criticar. Cuando se vuelven pausadas y lentas, muchos de ellos se aburren y la culpa (dicen ellos) es de la película.
Este tipo de cine cuesta de ver hoy en día para los más jóvenes. El Padrino es una película atípica, si vemos lo que se hace hoy en día. La gente joven no esta acostumbrada a este tipo de cine, a sus pausas y tiempos relajados. A que el peso recaiga en la historia y sus personajes. Lo contrario no está mal, solo es diferente. Pero no han sido preparados para este cine, solo eso. Yo sí lo fui aunque no me interesada por edad (esa es otra). Pero veía otras muchas películas consideradas "lentas", aunque más comerciales. Posiblemente esas me prepararon para ver estas otras.
Como decía al principio, hablo de mis impresiones y pensamientos. No suelo sintetizar y deconstruir mucho ninguna película. Mi capacidad analítica no llega a tanto y la tabla de elementos la olvidé hace mucho. Soy más de sentimientos y eso tiene más que ver con el sabor final de un plato que con el análisis de sus ingredientes.
Y así de simple y sin tecnicismos ni análisis profundos, es como la recomiendo. Pero tranquilos, háganse con ella en su momento adecuado.
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