jueves, 10 de septiembre de 2015

BLADE RUNNER

Sin duda esta es una de las mayores películas de culto de la historia. Recuerdo quedarme al segundo pase cuando fui a verla al cine en 1982 y salir con la boca abierta. En aquel instante ya resultó ser una de mis películas favoritas y (después de En Busca del Arca Perdida), a Harrison Ford como mi actor predilecto. Aunque esto último se desvanecería en poco tiempo.
Está inspirada en la novela de Philip K.Dick "¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?" de 1968. El film plantea la pregunta de que significa ser humano, a la que solemos responder desde una perspectiva nuestra (como humanos) y de la posibilidad de que algo que (bajo nuestro concepto) no lo es, lo pueda ser más que nosotros. Plantea la idea de que el ser humano no solo tenga que ser de carne y hueso, que la definición que damos de ello esta acuñada por nosotros y en base a nuestra limitada perspectiva y criterio. Nos muestra la muerte más poética de la historia protagonizada por una máquina y de como esas máquinas son capaces de valorar la vida más y mejor que nosotros, que solemos despreciarla.



En la película se describe un mundo donde se fabrican replicantes, humanos artificiales creados gracias al avanzado desarrollo de la ingeniería genética y que se utilizan como trabajadores en las colonias exteriores. Después de un motín de un grupo de replicantes, estos serán declarados ilegales y se procederá a su "retiro". Algunos replicantes escapan de su muerte segura refugiándose en al Tierra, pretenden buscar a su creador y preguntarle ¿por que?. Ya que su muerte fue programada el mismo día de su fabricación (tan sólo pueden vivir cuatro años), y ellos se niegan a morir sin más.


Son los Blade Runner los que se encargan de dar caza a estos replicantes fugitivos y será Rick Deckard (Harrison Ford), el elegido para efectuar este trabajo. Esto llevará al personaje a viajar por un sin fin de emociones encontradas que le harán dudar de su propia humanidad.


La película no sólo plantea cuestiones muy avanzadas para aquella época (y muy actuales ahora), sino que consigue una espectacular puesta en escena, fotografía y unos efectos visuales que no han caducado después de tantos años. Blade Runner es una película que se puede ver perfectamente hoy en día y que gana puntos con cada nuevo visionado (algo difícil de encontrar). Quizás por todo ello es una de las películas más influyentes de todos los tiempos, creando escuela. Su detallada descripción visual de su mundo post-moderno y decadente ha servido de inspiración para todo lo que se ha hecho después. La distancia entre el mundo ficticio que plantea y la realidad se ha ido reduciendo cada vez más y ahora se puede ver el film desde nuevas perspectivas filosóficas que algunos no eran capaces de contemplar entonces. Este es una de las bazas más importantes de Blade Runner y que cobra más significado con el paso de los años.


La percepción de los replicantes de su propia humanidad (a los que se les acusa de ser fríos y calculadores) y de sus sentimientos y perspectivas sobre lo que su vida ha de ser, contrasta con la frialdad y falta de escrúpulos de los humanos y la caótica decadencia moderna en la que sobreviven. Incluso el hecho de que el replicante salve la vida de su asesino en el último momento (no dejando que caiga al vacío), esta lleno de significado y poesía. Pues entendiendo que su muerte es inminente y valorando la vida más que nunca, no ve ningún sentido en dejar morir al que puede disfrutarla.


A todo esto, la estupenda banda sonora de Vangelis envuelve las imágenes como si fuesen papel de regalo. De nuevo se acierta de pleno, consiguiendo una de las mejores bandas sonoras de la historia y, para mi, el mejor trabajo de este compositor.



Una magnífica película que carece de la acción frenética que requieren los espectadores de hoy en día. Pero que, como ya he comentado en otras casos, no necesita. Ya que su guión, su romanticismo y su poesía visual desbordan la pantalla.




martes, 1 de septiembre de 2015

ELYSIUM


Elysium es un buen producto que falla en algunos detalles simples, y que podrían haberse solucionado con algo de más ingenio.
Estamos ante una de esas películas a las que la industria cinematográfica americana nos tiene acostumbrados últimamente, de factura impecable e imágenes bellísimas. Partiendo de esta base ya es una película que me gusta, un regalo para los ojos sin engañarnos demasiado. No es una obra maestra pero si un buen entretenimiento.

La calidad y espectacularidad de las imágenes chocan con algunos detalles que hacen la historia poco creíble en algunos momentos. Detalles nimios desde mi punto de vista, pero que no me gustan. Sobretodo porque tenían fácil arreglo, simplemente cambiando algo más el guión.


(Atención: si no has visto la película no continúes, paso a dar detalles de la historia).

El film se sitúa en un futuro distópico (pero que parece muy real). Donde la población humana ha crecido hasta agotar los recursos del planeta y donde ya no existe espacio. Los humanos viven amontonados en ciudades barraca que se extienden hasta el horizonte. Mientras tanto, la población pudiente y que acapara las riquezas ha abandonado el planeta para vivir en Elysium. Una base espacial gigantesca donde se ha creado un mundo a imagen de un resort de lujo. Donde los ricos pueden dar rienda suelta a su cartera y vivir sin ser molestados. Es curioso como los ricos de Elysium hablan francés y los pobres de la Tierra utilizan el español (¿alguna idea al respecto?).


El objeto más preciado de Elysium, al margen de la comida y las comodidades de todo tipo. Es la solución que se plantea a las enfermedades y demás problemas de salud. Una cabina automatizada que detecta y cura cualquier enfermedad o lesión física por grabe que esta sea. Esta tecnología esta reservada para la gente de Elysium, que tiene además autorización para vivir allí (y el dinero), y a pesar de las necesidades que existen en la Tierra nadie se preocupa de lo que pasa con los que viven allí. Esto quiere decir que en la Tierra sueñan con escapar del planeta para ir a la estación. Todos sueñan con alcanzar Elysium y curar sus enfermedades.


A nadie se le escapa que la línea argumental tiene todo que ver con la situación de los inmigrantes en todo el mundo. Con los ilegales que saltan fronteras o cruzan mares en pateras en busca de una vida mejor, una oportunidad o una solución a sus problemas. Aquí las pateras son naves clandestinas que escapan de la gravedad terrestre sin autorización para caer en Elysium y liberar la carga humana que transportan. Por desgracia estos humanos no tienen acreditación (ni dinero, ni posibilidades de conseguirlo en el futuro). Pertenecen a una casta inferior de humanos que no son considerados y por ello la salud y la posibilidad de una vida digna (en este caso, en Elysium), les está prohibida. 
Estas máquinas de curación, que cualquiera tiene en su casa de forma individualizada, son sólo una metáfora de las necesidades que muchos humanos tienen en la Tierra. Del mismo modo que Elysium lo es de cualquier país civilizado que vea amenazado su estatus de comodidad. A esta gente, sin ningún tipo de miramiento, se les deporta a la Tierra de nuevo. Otros no tendrán esta suerte ya que hay naves que son destruidas antes de llegar a la Elysium.


Es precisamente por este paralelismo con la situación actual que se vive en todo el mundo donde está lo mejor de esta película (al margen de la estupenda factura). Una forma de mostrar la realidad en un contexto futurista y nuevo. Quizás haya hecho recapacitar a más de uno, que no lo entiende viendo telediarios.
Es aquí donde el filme gana en credibilidad, ya que no es nada descabellado pensar que en un futuro lejano esto pueda ocurrir. La idea de colonizar de algún modo el espacio hace años que se investiga y es cuestión de tiempo que se consiga. Que la Tierra está en un proceso de cambio y desertización también lo sabemos (y la población continúa creciendo). Si hoy en día es muy difícil conseguir una vivienda digna para muchos, ¿no pensáis que una vivienda en algún lugar similar a Elysium sería imposible para la gran mayoría de nosotros?, ¿Te lo podrías pagar tu?, ¿o sólo irían los multimillonarios?...


Los detalles menores a los que me refería y que no me gustan por la simpleza que supone, al lado del mensaje importante que transmite el argumento, son de carácter técnico. La Tierra está totalmente militarizada, robots policía controlan a los humanos. Pero el personaje principal se convertirá (debido a una situación de enfermedad grave) en el salvador de la Tierra. Ya que otros argumentos menores sirven de motivación para que la situación desemboque como lo hace. En un momento de la película al personaje que encarna Matt Dylon le acoplan un traje especial. Una especie de armadura exterior que le convierte en casi un robot. Una armadura que supone taladrar los huesos para sujetarla y que va conectada a su cerebro, casi nada. Después de tan basta y sangrienta operación el personaje se levanta como si nada y se larga. Sin dolor, sin ayuda. Algo que me resultó poco creíble y hasta ridículo. Es evidente que el personaje necesitará de esa fuerza para vencer a su adversario, el cual se pondrá otra armadura del mismo modo y con la misma rapidez como el que se cambia de traje. Así que la sensación que tengo, es que los guionistas se lo han currado poco y han pensado en esto del traje como solución fácil a las peleas futuras y a la solución del conflicto. Sin plantearse que pueda ser creíble algo así. Al menos del modo tan simple que está planteado tan agresivo cambio. 

Era tan fácil solucionar esto como que no hubiera hecho falta ningún tipo de operación para utilizar el traje. La difícil operación que supone no aporta nada a la película y no es creíble si luego se levantan como si sólo les hubiesen escayolado un brazo o algo así. O desarrollar un argumento sin trajes y plantear la historia de otro modo. Bueno, ya os digo que es un mal menor y algunos pensareis que al ser fantasía cabe todo. Pero no me gusta, es efectista y queda chulo, pero no se justifica bien. 


Lo mismo ocurre con la operación que recibe el malo de la película cuando llega a Elysium. Después de recibir una explosión que le vuela toda la cara y por lo que debería haber muerto. Sólo queda la mandíbula inferior. Pues eso, lo ponen en la máquina y esta le reconstruye la cara casi de cero y (no estoy seguro) o estaba muerto y lo revive (lo que quiere decir que la máquina resucita muertos) o no estaba muerto a pesar de tener la cara así. No se que es más inverosímil.



Al margen de todo esto. El malvado personaje que interpreta Jodie Foster desarrolla un argumento paralelo al intentar dar un golpe de estado en Elysium y controlar el poder. Algo que supondría muchos más problemas para los humanos de la Tierra ya que radicalizaría aún más las herramientas con las que se impide a estos acceder a Elysium.

En definitiva, una correcta película. Mucho mejor en su argumento por el mensaje que transmite, que en los detalles que adornan este mensaje. Visualmente perfecta (creo que pocas veces he visto volar unas naves tan reales), y que tan sólo por las imágenes vale la pena. Sus efectos especiales no son apabullantes. Sólo la reproducción de Elysium resulta verdaderamente espectacular.