domingo, 10 de junio de 2018

JURASSIC PARK

Pocos recuerdan el asombro que supuso la primera película de la saga, dirigida por el maestro Spielberg. Recuerdo muy bien como la promoción de la película se sostenía a base de la hermosa banda sonora y pocas escenas donde a penas se veían los dinosaurios, alguna cola de brontosaurio a lo sumo y las caras de asombro de los personajes.

Esto elevó el interés de todos. Ya que el tema de los dinosaurios no se trataba desde los sesenta o setenta. Toda la propaganda que se hizo inspiraba algo muy grande y nuevo y así fue.


Recuerdo el día que fui a verla. Era evidente que nadie tenía claro que tipo de película iba a ver. Sabíamos que era de Steven Sìelberg, que aparecían dinosaurios y poco más. La falta de información al respecto durante la campaña, hizo su trabajo. Por ello, quizás, estaba repleto de gente de todo tipo. Incluyendo niños pequeños, acompañados de sus padres. Pero poco después llegó el efecto sorpresa, tan difícil de encontrar hoy en día. Ocurría a poco de comenzar la película, justo cuando aparecía el tiranosaurio Rex, en la famosa y espectacular escena del los Jeep. La gente pudo darse cuenta de que no era una simple aventura romántica. Ante los espeluznantes rugidos del Rex los niños más pequeños comenzaron a llorar y los adultos se quedaron clavados en sus asientos.
Nadie se esperaba unas imágenes tan reales, tan creíbles. Durante todo el pase de la película, todos pensamos que esos bichos existían. Nadie nunca había visto nada parecido y los dinosaurios vistos en películas antiguas quedaban ahora en evidencia.



En aquel momento, yo como el resto de gente, estaba alucinado con las imágenes y la tensión que transmitían. Recuerdo que le comenté a alguien que venía conmigo: "Es tan estresante como Alien".
Quizás exageré, pero todo el metraje te mantiene con esa tensión, siempre pensando por donde aparecerán los dinosaurios malos. No es un filme con muchos respiros. Así que continuo pensando que en ese aspecto, se parece a Alien.





Jurassic Park había hecho historia. Spielberg lo había vuelto a conseguir y otra vez su película se convertía en un hito y quedaba absorbida por la cultura pop, casi al instante de aparecer. Muy pocos se han atrevido a hacer una película de dinosaurios después de él. Sólo las continuaciones de esta tendrían el ánimo y la tecnología para convencer. Aunque de forma desigual y "el efecto sorpresa" no ayudaría a ninguna otra.



Por primera vez en una película de dinosaurios, la justificación argumental para traerles de regreso era sólida. En otras películas de este tipo, los animales simplemente estaban ahí, recluidos en alguna isla olvidada. Como en La Tierra Olvidada Por el Tiempo (1975) o bajo tierra en Viaje al Centro de la Tierra (1976). De niño me fascinaban las dos simplemente porque aparecían dinosaurios. Esta temática nos atrae desde nuestro lado más infantil, aún siendo adultos. La fascinación de esos animales nos ha acompañado desde siempre.


En este caso, supondremos que los avances en investigación genética conseguirán traer de vuelta a estos animales gracias a la clonación. Extrayendo el adn de la sangre encontrada en mosquitos fosilizados en ámbar. Algo muy plausible si pudiésemos encontrar sangre en buen estado en un mosquito fosilizado. Aquí es donde entra la ficción y desaparece la ciencia, ya que en la realidad sería inviable. En la película completan los trozos perdidos de las cadenas de adn con las de otros animales vivos, como ranas, lagartos, etc...; Lo cual me parece ingenioso también. Ya que la mayoría de las especies compartimos el 99,9% del adn. Cabe pensar que sería lo mismo en el Jurásico. Todo esto esta muy bien explicado en la película.




Por lo tanto hay que felicitar a Michael Crichton por su ingenio al escribir la novela en la que se basa esta película. Novela que enamoró Spielberg nada más leerla.
Como es habitual, detrás de todo esto hay una moraleja: la de jugar a ser dios. Es evidente que una película de dinosaurios no sería interesante si estos no se desmadraran y mataran al personal. Así que algo tan delicado y peligroso siempre se sostiene por un fino hilo, que al romperse por el motivo que sea, desencadena la desgracia. No sólo para los humanos, suele ser una desgracia también para los animales, aunque se coman a más de uno.


Los avances genéticos posibles en el futuro asustan cuando ves esta película. Ya que, quien sabe si alguien podrá fabricar alguna especie animal parecida a las que salen en esta película gracias a la manipulación genética. Tampoco tiene porque ser parecida, sólo con que sea peligrosa basta.




En todo este aspecto filosófico la película gana mucho. Si hay una justificación sensata para hacer una película donde aparecen dinosaurios en el siglo XXI, es esta. Así que todo lo que ocurre en ella esta bastante bien justificado. Una vez lo dinosaurios han sido creados, el desastre esta servido.



Por todo ello me parece una gran película. Otra obra maestra del gran Steven Spielberg con la que  hizo historia de nuevo. Las siguientes películas continuarán el éxito, aunque ya carecen de aquel efecto sorpresa que tuvo la primera. Aún así también tienen momentos buenos. La eterna heredera de esta, para mi, es Jurassic World (2015). Donde regresamos al experimento de la primera parte. Otro gran y espectacular parque que pretende aprender de los fallos del primero y se construye en la misma isla. Aunque de nuevo la codicia humana termina por arrastrar el complejo al mismo fin que tuvo en la primera película de 1993. Aún teniendo prácticamente el mismo argumento, las dos encajan juntas y son igualmente interesantes y divertidas de ver.


domingo, 11 de febrero de 2018

EL PADRINO

Un clásico del que se ha dicho todo ya. Llego tarde para hablar de esta película y mi opinión va a dar igual, sobre todo, en este caso concreto. He llegado tarde, pero he llegado.
Esta película siempre me interesó poco. Cuando era joven se hablaba bien de ella, pero resultaba aburrida y poco atractiva para alguien de 20 años. Se comentaba tanto lo de "Obra maestra", que solo por eso, ya resultaba poco interesante. Cuando eres joven prefieres ir a contracorriente o simplemente puede que no estés preparado aún. Creo que la segunda opción se acerca más a mi caso.

Tuve mil oportunidades para verla, pero nunca encontré ganas. La dieron mil veces por la tele y siempre me parecía lenta y aburrida. A pesar de saber la consideración que tiene esta gran película.

De este modo pasaron mucho años y al final, ya con 49 años, un día ocurrió el milagro.
La dieron por la tele, igual que tantas veces. Estaba tranquilo en casa bebiendo una copa de vino (algo no muy habitual en mi si no hay comida de por medio). Fue sobre las 11 de la noche cuando me quedé encandilado observando a Marlon Brandon. Estaba bien despierto, despejado, algo poco habitual también (la edad comienza a pesar). Esas horas son malas y cuesta que no se te cierren los ojos. La película ya había comenzado, aunque al no conocerla, no supe cuanto estaba de avanzada. La cuestión es que me quedé prendado y aguanté todo lo que pude. Pero no pude terminarla. Al día siguiente había que trabajar. Pero la curiosidad había sido alimentada convenientemente.


Poco después la pude ver entera (me propuse hacerlo y lo hice) y me quedé prendado de ella y de las interpretaciones sobre todo. Ahora entiendo los halagos y las buenas criticas, aquellos Oscars.
Aunque tengo que decir, que si tuviera que elegir mis 10 películas favoritas, esta no estaría entre ellas. Reconozco que es buena, pero no ha llegado a tiempo para recalar y reposar en mi nostalgia y hay otras que ocupan con honor ese lugar, aunque para muchos sean más simples.



No perderé tiempo en su argumento a estas alturas. Lo que puede convertir esta entrada en una de las mas cortas. Sí, es una entrada diferente. Pero puedo comentar mis impresiones y creo que lo mejor son los personajes y la forma en la que la cámara los mira. Esa tranquilidad, pasividad y lentitud con la que se narra la historia, permite ver y disfrutar de forma relajada de esas interpretaciones y de esos personajes elaborados y cuidados hasta el mínimo detalle.



Para muchos será lenta y es que en lo tiempos que corren se exige al cine mucho más dinamismo. De hecho, aquellos que critican el cine comercial, muchas veces se duermen con el cine que propone algo diferente (pero también comercial), a la habitual acción narrativa, esa tan vertiginosa como fácil de criticar. Cuando se vuelven pausadas y lentas, muchos de ellos se aburren y la culpa (dicen ellos) es de la película.


Este tipo de cine cuesta de ver hoy en día para los más jóvenes. El Padrino es una película atípica, si vemos lo que se hace hoy en día. La gente joven no esta acostumbrada a este tipo de cine, a sus pausas y tiempos relajados. A que el peso recaiga en la historia y sus personajes. Lo contrario no está mal, solo es diferente. Pero no han sido preparados para este cine, solo eso. Yo sí lo fui aunque no me interesada por edad (esa es otra). Pero veía otras muchas películas consideradas "lentas", aunque más comerciales. Posiblemente esas me prepararon para ver estas otras.




Como decía al principio, hablo de mis impresiones y pensamientos. No suelo sintetizar y deconstruir  mucho ninguna película. Mi capacidad analítica no llega a tanto y la tabla de elementos la olvidé hace mucho. Soy más de sentimientos y eso tiene más que ver con el sabor final de un plato que con el análisis de sus ingredientes.
Y así de simple y sin tecnicismos ni análisis profundos, es como la recomiendo. Pero tranquilos, háganse con ella en su momento adecuado. 


lunes, 1 de enero de 2018

DETRÁS DEL CANDELABRO

Hay películas que pasan totalmente desapercibidas, como de puntillas. Seguramente porque alguna mano negra hizo lo necesario para que esto sucediera y de este modo, conseguir que desaparezca de los premios, las consideraciones y atenciones que merece. Esta es una de esas películas.
Behind The Candelabra (2013), es un ejemplo de gran película, grandes interpretaciones, gran dirección..etc.
Sin contar con esos detalles menores, que no lo son tanto, como el maquillaje. Que en esta película es muy importante.
Una pequeña obra maestra en todos los sentidos que merecía mucha mayor repercusión y apenas tuvo la atención del público y de la prensa especializada. La gran desconocida.
Una injusticia que NostromoCine quiere compensar con esta entrada.


Behind The Candelabra (Tras el Candelabro) esta inspirada en el libro Behind the Candelabra, My Life With Liberace (1988), de Scott Thorson y Alex Thortleifson. La historia nos explica los últimos diez años de vida del virtuoso pianista Liberance, de gran éxito y fama en Estados Unidos. En concreto se centra en su relación con Scott Thorson. En el festival de Cannes de ese año compitió por la Palme D´Or. La película pasó directamente a TV de manos de HBO y no llegó a estrenarse en cines. Pero obtuvo gran aclamación de crítica (al menos la de los festivales), sobre todo por las interpretaciones de Michael Douglas y Matt Damon (Liberace y Scott Thorson). Aunque he de decir que en general, todas las interpretaciones están de lujo. La película ganó diferentes premios de TV, dos Globos de oro y hasta once premio Emmy. Incluyendo mejor película y mejor actor para Michael Douglas.




Sin ser Michael Douglas un actor de mis preferidos (su padre, Kirk Douglas, si lo fue), tengo que decir que estoy convencido que su trabajo en esta película es lo mejor que este actor a hecho nunca.
Como mínimo merecía una nominación al Oscar. Su interpretación del pianista Liberace es excelente y seguramente me quedo corto con ese adjetivo. Al mismo tiempo, el trabajo de maquillaje es también excepcional y decisivo para la credibilidad de los personajes.



Matt Damon también esta excelente y convincente. Acostumbrados a verle en otras tesituras, es un gustazo ver como interpreta este papel. El maquillaje de su personaje evoluciona a lo largo del film, igual que con el resto de personajes. Todos aficionados a la cirugía plástica, algo que queda muy bien reflejado en la película y que es creíble gracias, como decíamos, al maquillaje. Otro ejemplo de esto es el personaje que interpreta Rob Lowe. Un gran trabajo también, aunque algo más cómico en este caso. Rob Lowe interpreta al cirujano plástico, que, como tal, se ha aplicado así mismo tantos retoques que ya no puede ni abrir los ojos, su cara es una máscara.


Liberace es un excéntrico, interesado y caprichoso pianista. Homosexual, muy amanerado que, gracias a una fuerte campaña en su favor en los medios (pagada por el), hace creer a sus seguidores todo lo contrario. Una muestra evidente de la inocencia del público de los setenta y ochenta, que no quería contemplar lo evidente, al ser algo muy poco aceptado en la sociedad en aquel momento. Exponer su sexualidad a los medios hubiese arruinado su carrera.




De este modo, Liberace vivía su pomposa vida de estrella, repleta de lentejuelas, glamour, amaneramientos y excesos de todo tipo, también de vestuario, de forma justificada. Solo era un gran artista, un Showman que se podía permitir todo en nombre de su virtuosismo ante el piano. Que era lo único real en su vida, lo único que el pianista podía ofrecer con sinceridad.
El titulo "Behind The Candelabra" es un juego de palabras relacionado con los candelabros que el pianista solía colocar encima de los pianos en los que tocaba (sello indiscutible). Esto se hizo muy habitual durante aquellos años. De hecho, en sus actuaciones solía rodearse de candelabros.




Pero en lo que más fue caprichoso el famoso pianista fue en el amor. Sus amantes cambiaban con los años. Se enamoraba siempre de los más jóvenes, que debía acoger en su casa como trabajadores. Ya fuesen chóferes, ayudantes de cámara, parejas musicales, lo que fuese. De este modo la relación quedaba oculta a los medios. Liberance agasajaba con todo tipo de excesos a sus amantes: dinero, ropa, joyas, coches..etc. Vivían bajo su tutela durante años y muy alejados de la realidad.
Cuando Liberace se encaprichaba de uno nuevo, el viejo debía marchar. Ante la atención que les confería el artista, todos se sintieron especiales y, aunque les prometía amor eterno, nunca fue cierto.

En la película vemos la etapa final del artista, centrándose en una de esas relaciones (con Scott Thorson), que comenzó como todas y terminó igual. Liberace Incluso convenció a Scott para operarse el rostro y de este modo parecerse al pianista. En un intento de convencer a los medios que era su hijo. Una forma más de acallar sospechas sobre su homosexualidad.

El artista falleció de sida a finales de los ochenta. Fue una de las primeras víctimas famosas de esta enfermedad. A pesar de que se intentó ocultar las causas de su muerte, se desveló toda la verdad.
El momento final se muestra en la película con mucha crudeza y realismo (de nuevo un gran maquillaje). Liberace aparece famélico y consumido por la enfermedad en su cama, rodeado de sus lujos.



Magistralmente interpretada, entretenida y perfecta en todo. Detrás del Candelabro es una desconocida película que debería estar en un pedestal en muchos sentidos y que, aunque tuvo buenas críticas y algunos premios, pasó desapercibida por la mayoría, lo cual es una gran pena.
En NostromoCine hemos querido poner nuestro granito de arena, para dar a conocer esta joya.