martes, 1 de enero de 2019

XANADU

Recientemente he recuperado esta película de mi memoria. Una película muy kitch que a muchos les cuesta ver hoy en día, aunque a mi no. La nostalgia tiene mucha importancia en todo esto, por supuesto. Todos coinciden en que, aunque como película es muy floja, más bien mala. Contiene una banda sonora única que de por si, invita a verla de vez en cuando. Con cada nuevo visionado, uno se acerca más a ella (prescindiendo de prejuicios). A la forma en que está planteada, a su sencillez y fantasía. Propia de una época muy distinta de la que vivimos hoy en día.
De todos modos, es cierto que sin esa complicidad con su música, con la época y sus planteamientos y las dosis de nostalgia y recuerdos que acontecen cuando la visiono, es difícil de ver. Difícil de ver para alguien ajeno a todos esos sentimientos. Esto ocurre con muchas películas y ocurrirá siempre.
Es sorprendente comprobar como esta película, tan denostada, se ha ido convirtiendo con los años en una especie de película de culto. Defendida cada vez más por los fans, sin vergüenza ya por reconocer que les encanta y dejar de lado la excusa de su música.


Pero la historia de Xanadu no es lo que parece, ni siquiera se planteó como un gran éxito de taquilla cuando se ideó. Para entenderlo debemos viajar a los últimos años setenta. Cuando en Estados Unidos existía la fiebre por los patines, que aquí no conocimos y por ello no entendemos. Habían discotecas a lo largo de todo el país donde la gente bailaba montados en ellos. Incluso se organizaban coreografías. Así que la idea inicial de los productores era crear una película barata, sin estrellas, sencilla, de patines y música disco. Algo mucho más simple de lo que luego sucedió. El guión refleja muy bien esa simpleza, ya que es de lo poco que quedó de la idea original. Por ello no podemos hablar de una buena película. Aunque luego se intentó retocar y mejorar, por el motivo que fuese, eso no ocurrió. Hubieron más de 5 versiones del guión, pero el esbozo inicial nunca se desarrollo en realidad y por ello la película es tan floja en ese aspecto.


Joel Silver, el productor, se dio cuenta del problema e intentó compensar el tema imaginando grandes números musicales y contratando a la E.L.O para su banda sonora. La idea de darle un enfoque relacionado con la cultura del patinaje en Estados Unidos, persistió.


El planteamiento inicial tomó un nuevo rumbo cuando Olivia Newton-John aceptó participar en el proyecto. La actriz era un gran reclamo en aquel momento, gracias sobretodo al éxito de Grease (1977). Ante esa interesante incorporación todos pensaron en darle un nuevo planteamiento más ambicioso a la película. De este modo creció el interés de la productora y se añadió más dinero para mejorarla.

La idea cambió hacia una historia que mezclase la música de los años 40 con música contemporánea y mucho más actual. Pensando en crear números musicales que no tuvieran como referencia solo los patines, ni la música disco. Una fantasía musical que diera pie a aunar ambos mundos, el musical clásico y el moderno. La sorpresa fue cuando a Larry Gordon (productor), se le ocurrió hablar con Gene Kelly y animarle a participar en la película. Ya que representaba perfectamente el estilo de los musicales de los años 40. El actor, prácticamente retirado desde hacía años, no quiso saber nada en un principio. Pero al final terminó por gustarle la idea. Hasta el punto que la escena donde baila con Olivia Newton-John esta enteramente ideada y coreografiada por él.

Lo curioso es que ese número musical se grabó una vez terminada la película. Fue entonces, en los primeros pases de prueba, cuando se dieron cuenta de que faltaba un número musical con Olivia y Gene Kelly. Era lo que la gente más esperaba ver. Por suerte enmendaron el error.


Volviendo al proceso de creación: ahora tenían dos grandes nombres en la película. El planteamiento de mezclar a dos iconos de épocas tan distintas era muy atractivo y no se podía dejar escapar. Xanadu se convertiría en la última interpretación de Gene Kelly para el cine y en verdad, es el mejor momento de la película.
El guión continuaba sin mejorarse y resultaba lo más flojo. Aunque ahora, con todos los implicados y las dos grandes estrellas comprometidas, nadie quería dar marcha atrás. Prometía ser un gran éxito. Aunque solo fuese por sus números musicales.


La Electric Light Orchestra compuso gran parte de su banda sonora. Lo que fue todo un acierto, ya que son esas canciones lo mejor de la película. Cuando el primer sencillo salió a la venta, fue todo un éxito. Lo mismo ocurrió con el segundo y la película aún no se había estrenado. Para mi es uno de los mejores álbumes de los ochenta, sin duda (de su música ya hablamos aquí). Todo lo que no recaudó la película, lo vendió el disco.
Cliff Richard también participará con una composición que cantará junto a Olivia Newton-john. The tubes, una banda de rock americana también participarán con otro tema.
La música crecía y mejoraba, no así el guión.

El otro actor importante iba a ser Michael Beck, poco conocido salvo por algunas películas de serie B, de la que cabe destacar The Warriors (1979). Con la que ganó cierta fama. Creo que se pudo haber escogido algún actor más interesante. Ya que el guión no consiguieron arreglarlo, hubiese sido necesario buscar  alguien con más carisma. Esta estaba siendo la forma de compensar de los productores hasta ese momento. Aunque esto es solo una opinión mía.
Se escogería como director a Robert Greenland, que en aquellos momentos estaba preparando una película sobre música disco y patinaje (menuda fiebre hubo, y nosotros sin enterarnos). La elección del director fue un gran error.

Con mayor presupuesto ahora, se tenía que intentar mejorar la idea todo lo que fuera posible y crear un espectáculo musical diferente. 
Justo en 1980 se produjo el auge de los vídeo-clips, un sistema de expresión nuevo entonces, al que todos quería apuntarse. Esto sirvió de inspiración para las escenas musicales de la película. De hecho, viendo el filme con distancia, parece ser una sucesión de vídeo-clips. 



Una vez la E.L.O. tuvo sus canciones se comenzó a pensar en como introducirlas en la película. El grupo conocía el guión y sabía de que tenían que hablar las canciones en cada momento. Aunque estas funcionan perfectamente sin necesidad de película ninguna. Otro acierto.



The Tubes, un grupo americano de éxito en aquel momento, aparecerá en una de las escenas de la película con un tema compuesto por ellos y que, junto con otro tema tocado por una gran orquesta tipo Big Band, se convertirá en uno de los momentos preferidos de la película. Cuando ambos mundos, los 80 y los 40 se encuentran a través del tiempo y hacen sonar sus melodías al unísono. Es un gran acierto este momento y uno de mis preferidos.
Contrariamente a lo que se piensa, no estaba tan preparado como parece y la banda se sorprendió que los dos temas pudiesen solaparse tan bien, ya que no se habían dado cuenta (o nadie les informó adecuadamente), que las dos canciones tenían que sonar a la vez. El momento en el que los dos mundos se unen en la película, es sencillamente fantástico. Hoy en día continúa resultando tremendamente original.



Se contrató a Don Bluth, dibujante de Disney independizado recientemente, para la creación de uno de los momentos musicales. Se buscaron, a lo largo del país, a bailarines profesionales para crear un coro de baile de calidad. Según cuentan, fue complicado, ya que en ese momento los musicales eran cosa del pasado. Había una generación de bailarines jóvenes sin opciones. Así que Xanadu supuso una oportunidad y gracias a esto consiguieron a los mejores del momento. También se contrataron mimos, funambulistas, acróbatas...etc.
(Por cierto. Una de las hermanas de Kira,, la actriz Sandahl Bergman, sería en el futuro Valeria. La novia de Conan, en Conan el Barbaro de 1982. Se puede ver en la foto inferior, detrás de Olivia).





Se utilizaron escenarios reales en Los Angeles. Lugares de diseño art-decó que son tan famosos como la propia música. Me refiero, en especial, al edificio Pan-Pacific Auditorium. Otro acierto. Cuando lo utilizaron para la película llevaba ocho años cerrado. Esos escenarios reales ya no existen.




Estamos ante una fantasía musical, sin más pretensión. La idea inicial se respetó, los patines tienen mucha presencia en la película, aunque no tanto la música disco ya que en la película hay música de todo tipo.

Cuando la veo, me doy cuenta de muchos fallos de montaje y edición o eso creo ver desde mi modesto conocimiento de estos temas. Quizás simplemente sea que no me gusta demasiado como esta resuelto. Pero estoy convencido que adolece de muchos fallos de este tipo. Hay algunos planos que son más propios de película barata de televisión que de una producción de cine como es esta.

La película tubo muy mala crítica, aunque esto es algo bastante habitual y ocurre con casi todo el cine comercial. Pero lo peor fue su mal funcionamiento en taquilla (y hablamos sobre todo de estados Unidos).
Aunque el problema no fue que la película no gustara (al contrario de lo que muchos creen). De unas 900 salas que debían exhibir la película, por algún fallo que no se entiende, solo se exhibió en unas 249 salas de todo el país. Lo que impidió que la gente fuese a verla. Debió estrenarse de forma masiva y no ocurrió así. Las canciones (singles) de promoción que se estrenaron antes de la película habían llegado al número uno de las listas o estaban en los primeros puestos y habían creado gran expectación en el público. Así que el éxito de público (no el de crítica) estaba asegurado. Una pena, porque de ser así, hoy habría muchos más fans de los que hay.
Mucha de la gente pudo ver la película muchos años después, en la tele o gracias al vídeo y ya no era igual. Los tiempos habían cambiado.



Las musas son hijas de Zeus, que se dedican a inspirar a los artistas. Kira, una de las hijas, es enviada para inspirar a dos artistas muy diferentes. Uno de ellos es Sonny Malone (Michael Beck), un dibujante frustrado que vive realizando copias de las portadas de los discos, para colgarlas en tiendas y carteles. Un oficio real que existía en aquellos años. El otro artista es Danny McGuire (Gene Kelly), un músico retirado que tubo su mejor época trabajando en una gran orquesta en los años 40. Entonces ya tubo la suerte de ser tocado por una musa (la misma), de la que se enamoró. 

Kira aparece nada más comenzar la película (despertando junto a sus hermanas) y entregando su "don" a Sonny nada más tropezar con él (con el beso). A partir de aquí, todo lo que se sucede esta guiado por la musa. Sonny conocerá a Danny y Kira les ayudará hasta alcanzar su fin. Que es crear Xanadu. Un local de fantasía y música. Donde Sonny y Danny verán realizados sus sueños.

Con lo que no contaba Kira era con enamorarse de Sonny (ya que las musas no pueden enamorarse). Sonny tampoco puede vivir sin ella ahora.


A pesar de todos esos problemas de los que adolece este proyecto, tan interesante y al mismo tiempo, tan descuidado. A pesar de que en otras manos técnicas (no hablo de los actores y responsables de su música), esta película se podía haber convertido en el mejor musical de su década. A pesar, además, de esa mala suerte cuando se distribuyó mal por el país y que evito su éxito en taquilla.

Y a pesar (otra vez) de todo, algo tiene esta película que me hace sentir bien. Algo que me transporta a un lugar especial que solo yo conozco. Da lo mismo que sea mejor o peor. Porque consigue eso que otras películas de Oscar no consiguen. Es difícil de explicar. Seguramente es por su música, pero ocurre y eso es lo que importa.


"En Xanadu, Kublai Khan Mandó construir un domo para el placer:
donde Alfa, el río sagrado, discurre a través de cavernas
inconmensurables para el hombre,
hasta descender a un mar sin sol"